Dos.

"Toc,toc….dos golpes en la ventana de su dormitorio y todo siguió en silencio por un largo rato, luego dos golpes mas que lograron despertarla,- el viento - se dijo. Se disponía a dormir nuevamente cuando escucho un murmullo proveniente de la ventana. Se quedo paralizada, los nervios de punta y el corazón que estallaba, no podía moverse, era algo espantoso. Cuando al fin pudo recuperar parte de sus sentidos olvido el miedo, se levanto de la cama, dispuesta a salir, dio dos pasos y se detuvo, la cordura le decía que no fuera, que era una locura que terminaría mal si abria esa ventana, se encontraba sola en la casa y andaba un asesino suelto, pero algo en su interior la obligaba a hacerlo.

Por fin se decidió a hacerlo, dio otro paso más y corrió la cortina, frente a la ventana no había nada, se acerco al borde y la abrió para poder mirar alrededor, nadie. Observo en todos los sentidos, pero el jardín estaba en una absoluta quietud, que ocurría? No lo pudo explicar. Se dispuso a cerrar la ventana, aceptando que había sido solo su imaginación, y nuevamente la sensación que la invadiera hacia unos minutos; un terror que subía por su espalda, un cosquilleo que llegaba hasta la parte alta de la cabeza, era imposible; nada pudo entrar porque estuvo siempre en la ventana y lo hubiese visto, la única forma de entrar a esas horas era la ventana, pero tendría que haber pasado por encima de ella, se dijo: “otra vez mi imaginación”, pero no. Esta vez, tuvo la certeza de lo que estaba sintiendo, sentía la compañía de otra persona a sus espaldas, pensó desesperadamente que quizás hubiese entrado alguien por la puerta – no eso es imposible - , estaba todo cerrado y era la única en la casa.

De pronto algo la tomo por la espalda, un escalofrio le recorrio la espalda, quizo gritar.

Silencio.

Cuando desperto se sintio confundida, giro en la cama y de pronto recordo, lo vio recostado a su lado. Quizo salir corriendo, pero sus pies no respondieron, sus brazos tampoco, y un grito quedo ahogado en su boca. Se dio cuenta que se encontraba atada y amordasada. Desesperada intento escapar, pero en la condicion que se encontraba solo logro caer de la cama.
El hombre a su lado, se reincorporo y la subio a la cama, la quedo mirando directo a los ojos y le sonrio, le hizo un gesto de silencio y se sento a los pies de la cama. Mientras ella continuaba haciendo esfuerzos por liberarse de sus ataduras, solo logro cansarse. Él continuo mirandola, sin inmutarse ante su desesperacion. Al fin exausta, dejo de hacer esfuerzos por liberarse, y al rato se quedo dormida, siempre bajo la intensa mirada de aquel hombre. Cuando desperto estaba sola en su cuarto, la puerta estaba abierta y nada parecia extraño, ya era de mañana. al cabo de unos segundos entro el hombre, en sus manos traia una bandeja con desayuno, la saludo y se sento a los pies de su cama. Él comenzo a comer sin siquiera fijarse en ella."


Saludos,
Santos Martinez.

busqueda...

Su búsqueda comenzó sin apuros, conocía bien su tarea, así que la llevo a cabo con confianza, sabia que no demoraría en encontrar algo, por pequeño que fuera. Pasaron varios días antes de que notara que algo faltaba, ese rumor en el aire, el alboroto del viento. Cuando lo noto no le dio demasiada importancia, en resumen siempre era algo nuevo, por eso amaba su forma de vivir, siempre cambiante, jamas se encontraba con las mismas cosas, todo cambiaba de lugar, color, de forma. Hacia mucho tiempo recordaba haber encontrado cosas muy similares, pero solo una vez y de eso ya había pasado mucho. Mucho tiempo.

Recorrió valles, montañas, atravesó ríos, lagos, el mar, en fin: nada. Su búsqueda comenzó a inquietarle. Al cabo de unos años le pareció que algo andaba mal, y ya se sentía vacío.

Alguna vez alguien le comento que podía ocurrir, pero no le dio importancia. Sabia que a él no le ocurriría.

Muchos años después empezaba a creer que se había equivocado.

Su búsqueda continuo durante muchos tiempo mas, y siempre lo mismo, nada que le sirviera, nada de lo que el buscaba, todo distinto, y sin esa similitud que encontrara en tantas otros lugares.

Mucho tiempo después lo supo, había recorrido todo el planeta y no encontró nada. Por fin, lo que le habían anunciado mucho tiempo atrás, había llegado su momento. Tendría que hacerse cargo y tomar las tiendas de este nuevo mundo, su mundo desde ahora.

El resto de la historia es por todos conocida.