Yo soy aquel

Soy el que humedece tus sueños y agita tus sabanas.
Soy el que te embruja y te vuelve loco.
Soy aquel que amarás y nunca olvidarás.

Desde mi ventana.

La otra noche, desde mi ventana, vi como dos leones jugaban a las mordidas....al rato uno se enojó mucho y se fue volando. Otra vez, vi como unos cazadores perseguían a un dinosaurio, hasta que el dinosaurio se metió al almacen de la esquina, estuvo horas escondido. Hasta que salió el Curita e invitó a los cazadores a casar ballenas.

Hace tiempo que el niño de la casa vecina me molesta, me mira por la ventana y me imita, es como si supiera lo que voy a hacer, si le hago morisquetas, él hace lo mismo, si salto, él salta. No se cansa nunca. Es bien feo lo que hace, pero me cae bien, tiene cara de simpático. Igual le quise jugar una broma, el otro día entre a mi pieza con la luz apagada, me fui a gatas hasta la ventana y cuando estuve justo abajo, me paré de un salto para asustarlo...Pero adivienen! Mi vecino adivinó y me hizo la misma broma. Estabamos muertos de la risa.

En el día, desde mi ventana, se ven cosas aun mas asombrosas. La señora Julia, habla con las plantas todas las mañanas y le pide que le cuenten todos los chismes del barrio. Los viernes las plantas juegan al karaoke, arman tremendas fiestas. Invitan a los enanos de mi jardin y ponen música, yo me rio no mas cuando me hacen señas para que baje.

Desde mi ventana también he visto lo cruel que es el mundo, el otro día el perro grande de la esquina, uno bien grandote y pesado, le mordía la bolsa de la fería a una viejita. Ella intentó defenderse, pero el perro corrió más rápido. Desde el otro lado de la calle, le sacaba la lengua. La viejita le hechaba maldiciones, mientras las gente miraba sin entender mucho qué pasaba.

Desde mi ventana, veo y me entero de muchas cosas, pero hay algo que me gusta mucho, y es cuando pasa ella...La Rosita, tan linda que es ella. El otro día la quise saludar, pero como siempre, ella como que está en la luna, siempre mirando con esos ojos grandes que tiene, a cualquier parte, menos a mi ventana. Tengo un plan para hacer que ella sepa que existo, pero mis papás me van a retar. A veces pienso que es mejor armarme de valor y esperarla afuera, y cuando pase buscarle conversa, decirle que me gustaría ser su amigo. Pero se enterarían las flores y le contarían a la vieja Julia, y ella a mi mamá. Mi plan es aun mas arriesgado, incluye carabineros y bomberos, así que mejor me planto frente a ella un día de estos.

El niño corrió y se tiró al piso presurosamente a recogerla, la esfera de vidrio, aquel objeto redondo, brillante y duro, era totalmente desconocido para él. Quiso tirar otra y comenzar con el juego, pero su padre se lo impidió con un ademán.

El niño observaba el extraño objeto con una curiosidad inusitada, tal era la extrañeza que provocaba la bola de vidrio en la precoz mente del pequeño. Cosas esenciales para cualquiera de nosotros, resultaban novedades, objetos "mágicos" para esta gente.

Extraños usos les daban a la basura dejada por turistas anteriores. Tarros de conservas eran preciados por los cazadores, ya que les proveían de excelentes puntas de flecha, al cortar y pulir el metal con el que están hechos. El jefe de la tribu poseía dentro de sus pertenencias mas preciadas un sombrero, lo que para ellos era sinonimo de autoridad y respeto. El sombrero había sido fabricado en China, no costaba mas de dos dolares.